Si quieres a una mujer
quiérela toda,
con sus virtudes
y sus defectos
Si su belleza cautiva,
mira también
aquello que no posee
y ámala de igual manera.
No dudes de su palabra
cuando te dice que está contenta;
si de tu brazo pende
como una mozuela
y sus pasitos procuran
seguir los tuyos.
Ella se esfuerza
por demostrar que te ama
y tú a cambio debes
corresponder con cumplidos.
Si la quieres,
díselo siempre,
no guardes tus sentimientos,
a ella le encanta
escuchar cuánto la quieres.
Ten para ella todos los días
pequeños detalles,
y grandes sorpresas
que la hagan dichosa.
Si amorosa te abrasa,
enlaza tus manos
por su cintura
y dile que es ella
la mujer que tú amas.
Nunca la engañes
ni juegues con ella.
Es como un ángel,
regalo del cielo,
para colmarla de amor
y cariño sincero.
Si quieres a una mujer
quiérela toda,
el amor no mutila,
no esconde ni humilla.
No digas “me gustan sus labios”
y desdeñes su voz.
Si la quieres,
quiérela toda
como se debe a una mujer.
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