Bienvenido
martes, 29 de noviembre de 2011
La imagen perfecta
lunes, 28 de noviembre de 2011
De un corazón a una vana esperanza
sábado, 26 de noviembre de 2011
Desde que te fuiste
Ya no buscas consuelo
en sus palabras de siempre,
ya no ríes con su locura
y su ingenio parlante .
Desde que te fuiste,
también partió,
pero te equivocaste.
Quitó una piedra del camino
para asegurarse que otro viajero
no tropiece con la misma.
Cada tarde te detienes en una frágil línea
que borras una y otra vez,
no hay memoria en la ausencia eterna,
ni huellas para seguir un rastro de nadie.
Aquellas manos suaves,
nidos de ilusiones,
son penas al aire.
Ya no interesa saber qué haces por las tardes,
ni con quién estás en esas largas noches.
Si en tu boca guardas palabras dulces,
o atrevidas caricias para algún romance.
Todo se perdió entre la espuma,
en la marea alta de la vida.
Una roca quedó herida con las uñas,
si lloras, es porque una deuda te agobia.
No tengas pudor cuando desnudes tu alma,
porque todos han probado
la sal de tu piel.
No puedes ahora tentar la carne,
él se fue a la tierra prometida
y tú regresaste al camino de azares.
Mira tu cuerpo desnudo,
las cicatrices de noches ofrecidas al ego,
tus heridas abiertas a los infieles.
Hincada donde estás,
polvo sobre polvo,
no hallarás consuelo ni perdón.
Mejor levántate
y anda a saldar tus deudas,
construye otro camino
sin oropeles ni grandezas,
arranca la cizaña de tu piel
y deja que la humildad aflore.
Cuando en tu alma brote el arrepentimiento
y el corazón no viva del engaño
una flor, si dejas como recuerdo,
será señal para encontrar el sueño eterno,
y ya no pienses que te quedaste
con los brazos abiertos,
no digas que cada tarde
es espiral que asfixia el horizonte