Dormido,
entre
el sopor
de
un tórrido sueño,
fue
tan intenso el calor
que
desperté con la intención
de
continuar mi sueño contigo.
Empapar
el cuerpo con besos y caricias
hasta
sentir las uñas rasgar la piel,
hacer
trizas los sentidos,
provocar
risas y gemidos.
Tu magia entre mis venas
hace
de mi sangre miel.
No
quiero despertar,
no
quiero dormir
si
es que sueño contigo.
Yo
no sé si es un premio
o
tal ves un castigo;
tu
onírica presencia
mitiga penas,
tu
viejo recuerdo
motiva poemas.
De
día y de noche
siempre
un sueño
me
acompaña,
o
quizás el sueño y tú
sean
lo mismo.
No
lo sé,
yo
sólo quiero soñar contigo.
Y
dormido
llega
tu voz
para
despertarme del letargo
en
que he caído,
me
llega tu voz
hasta
el fondo del vacío
donde
yace desde mucho
el
corazón.
Quiero
abrir los ojos,
alzar
las manos para asirte
pero
es imposible despertar.
Y
dormido llega tu voz
como
llovizna pertinaz
y
luego es un alud
que
sepulta mis sentidos.
Entonces
viene a mí
otra
imagen más real,
un mar de arena
azota
mis ojos
y
una montaña de sal
cubre
mis labios,
cauteriza
las heridas
que
mis dientes apretados
flagelaron.
Despiértame
ya
no quiero soñar contigo,
prefiero
vivir la realidad
aunque
duela saber
que
sólo eres un sueño
cuando estás conmigo.
cuando estás conmigo.
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