para
alcanzar el alba aún despierto?
Una canción
infinita hilvanando recuerdos,
un suspiro
que llega hasta el confín celeste,
pedazos de
tiempo zurcidos a la almohada
con hilos
de ensueño.
Amalgama de
poemas hechos con retazos del alma,
sentimientos
opuestos a mitad del corazón,
vagas esperanzas
saltando muros de indiferencia.
¿Qué cabe
en mis sueños
sin dormir
en quejumbroso silencio?
Cabe el
universo
entre
aurora y crepúsculo
donde
anidas, toda tú,
bañada de
luz de luna,
vestida de
estrellas.
De tu andar
brotan estelas de piropos
suspiros
arrullados en el vaivén de tus caderas
trémulos
labios que reverberan la dulzura de tu
acento.
Sutiles deseos
resbalan
hasta anidar
en las comisuras de tus labios,
los ojos se
pierden en el horizonte
atrapados
en espirales de humo,
invisibles
manos dibujan las líneas
sinuosas de
tu juvenil silueta.
En mis
sueños cabes toda tú,
con tu
carita infantil de pulposos labios
y ojos coquetos
de adorable miel.
Pequeñita joya
que ansían mis brazos,
eres la mujer que anhelo,
la mujer
que idealizo,
la mujer
que sueño.
¿Qué más
cabe en mi sueño cuando duermo?
Tus divinas
curvas, tu rostro bello.
En mi sueño
siempre vives tú,
dormido o
despierto.
Pensar en
ti motiva mis noches,
juego con
fuego.
Estás en mi vida contando mis horas,
mis noches
de insomnio.
Agridulce nostalgia
alcanza el cenit
antes de
volver al lecho
con tu nombre en mis labios
con tu nombre en mis labios
y en mis
sueños tú.
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