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domingo, 23 de octubre de 2011

Silencio compartido


El silencio compartido puede ser la comunión total
entre dos seres que se aman;
pero también,
un doloroso adiós cuando ya no  pueden verse más.
Lo supimos en el momento justo cuando era inevitable;
no importó dejar la boca llena de palabras entrecortadas,
los ojos colgados al infinito.
Qué distinto era cuando las pupilas se miraban en silencio,
reflejadas una en la otra.
Entonces,
el silencio sonaba como una dulce serenata.
No necesitábamos argumentos para convencernos
que así era nuestro amor.
¿Cuándo el silencio se hizo duda?
¿Cuándo truncó los sueños?
¿En qué momento sin decir palabra
nos reveló que tú y yo ya no éramos los dos;
que yo sólo era un intruso en tu vida? …
Es cuestión de tiempo para que el silencio
permita curar nuestras heridas
y mirar de nuevo,
cada quien en otra dirección.


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