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jueves, 27 de octubre de 2011

Porque nada es para siempre

Hice hasta lo imposible
para estar nuevamente contigo.
Corrí para alcanzarte  en el infinito,
fui más veloz que la luz,
y pude tocar las esquinas del tiempo.
Volví a sentirme joven
persiguiendo un sueño
y me sentí un infante pidiendo cariño,
pero la vida se tornó  una espiral de polvo
que nubló  mi camino.
Te miro una vez más desde lejos,
como si contemplara la luna
desde el fondo de un pozo.
Los sueños dejan de serlo
cuando se mira hacia atrás.
Qué  frágil es una promesa
cuando se pierde en el tiempo.
Estar ahí no pudo cambiar mi destino,
he ido mil veces y he vuelto
con las manos vacías,
aprisionando en mi mente una utopía.
Porque nada es para siempre
y anclado a tus pies soy  señal
de un imposible.
Porque me miro viajero del tiempo
en un tiempo que no es mío,
que busco recuperar
del pasado
lo que  ya sólo  es un recuerdo,
un recuerdo
                     muy vago
                                       y muy frío.


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