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sábado, 15 de diciembre de 2012

Anoche nos vimos




Anoche nos vimos frente a frente
a los ojos directamente,
brotó como siempre
a torrentes la cascada fresca
de tu risa,
y brotó mi voz como manantial
de agua pura para bañar tu albura,
mis besos mojaron tu piel
y el cálido aliento cubrió de espasmos
la mutua desnudez.
El deseo se enredó en nuestros brazos
y fue el mejor regalo que pudimos darnos.
El amor  llenó de dicha el corazón,
trascendió distancias;
perduró a través del tiempo,
y como antaño unió nuestras dos almas
en la promesa nacida de nuestros corazones;
tú y yo por siempre amarnos
hasta el fin de nuestros días.

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