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sábado, 9 de noviembre de 2013

Prometimos querernos toda la vida




¿Cómo explicar que siga soñando contigo?
Aun cuando ha pasado el tiempo,
desperté a media noche
en la banca de un parque
esperando que llegues,
con un ramo de besos
y una nota que dice ¡Te amo!.
¿Cómo explicar que bendiga tu nombre
y al mismo tiempo maldiga mi suerte?
¿Por qué quiero llorar sin detenerme?,
¿por qué quiero reír como un loco?
Son las tres y media de la noche,
todos duermen mientras que yo,
despierto en mi cama.
Duele mi soledad,
tu ausencia definitiva.
Te amo
pero es tristeza y desamparo;
es vacío y añoranza lo que hay en mis penas.
Eres luz en las tinieblas;
la hoguera que calcina mis venas.
Por qué te fuiste así?
Nadie tuvo la culpa
de nuestro destino,
ni tú ni yo.
Solo sé que en estos momentos
desearía estar contigo.
De nada vale razonar lo imposible,
buscar explicaciones,
refugiarme en sermones,
embriagarme hasta perder el juicio;
suicidar preguntas,
enterrar mis dudas y miedos junto contigo.
Te amo,
es mi verdad.
Sigo soñando,
seguiré añorando aquellos días,
todos esos años,
aunque la noche,
íntima compañía,
me vea llorar en el mismo lugar
donde un día mirándonos a los ojos,
prometimos querernos toda la vida.
Mañana  prometo llevarte una rosa
 y un “te amo” tatuado en los labios.
Encenderé un cirio
y pediré a Dios te guarde en su gloria
mientras llega el día que me lleve contigo.







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