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viernes, 23 de septiembre de 2011

¿Qué pasará mañana?



 Entre la incertidumbre de una promesa
 y el desgastado traje
que  viste la esperanza;
tu palabra…
apenas bosqueja  espacios  de zozobra.
Son puños de sal para el sediento de caricias auditivas.
¿Qué pasará mañana cuando la voz
brote de la herida  pidiendo cordura?
Ahora  sólo  existe un desierto de palabras,
un tú y yo quemando recuerdos.
Hemos sembrado el huerto de cardos
y  dormimos esperando dulces frutos.
Soy un niño iluso que juega
entre colmillos  de crótalo,
un hombre que sueña poseer la luna.
Creemos ser profetas
pero estamos en  tierra de nadie.
Voy donde el viento sopla,
mi destino no tiene origen.
Me pregunto si eres tú
pero no respondes.
Entonces,
¿Por qué   busco siempre un pretexto
para habitar al final de  la luz?
¿Por qué entonces
no me conformo   con  la línea del horizonte?
Quiero caminar  con el consuelo
de un mañana,
alcanzar el borde de mis límites,
saciar mis ganas para siempre;
pero,
no deseo beber todas mis lágrimas…
Me  moriría de sed si así fuera.






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