Antes de buscar razones,
pretextos o explicaciones.
Fuimos la pareja ideal,
amalgama de experiencia
y juventud;
idealismo y racionalidad;
todo encajaba en el contraste,
sin desacuerdos.
El encanto de lo nuevo
y el gusto por repetir lo conocido.
Pasión y amor,
delicadeza y frenesí.
Los ciclos repetidos
en el cotidiano convivir;
polos opuestos,
yesca y fuego,
pan y hambre.
No había espacio para el
abandono,
no había tiempo para
discutir.
El amor entre tú y yo,
energía vital inagotable,
fusión de húmedos cuerpos,
labios dulces y piel de sal.
Tribal danza cuya virtud
permitía desnudar el alma,
exorcizar todos los tabúes
y comulgar la carne con
pasión.
Tú y yo cometiendo el pecado original,
sin culpa ni arrepentimiento;
simple armonía y entrega
total.
Un día, todo cambió.
La censura pudo más que tu
amor.
Que si eras muy joven para mi
experiencia,
que habían muchos años de
diferencia,
que tus amigas te extrañaban
en las fiestas.
Nuestras vidas siguieron
rumbos diferentes,
el amor cambió de piel y de
sabor.
Buscaste algo similar a ti
y los años pasaron lentos,
sin prisa ni sustento.
Ahora te das cuenta
que no fue como esperabas,
ahora que ya no significas
nada en su vida,
ahora que no te atiende,
que está entretenido en cosas
importantes,
que tiene pretextos para estar ausente;
te das cuenta de lo que
dejaste,
de cuánto hice para estar
contigo,
de todos los detalles que de
mí tuviste.
Ahora que ya sabes qué
significa amar
sin que te amen,
ahora que estás sola esperando que llegue,
te das cuenta que no
importaban
esas diferencias
superficiales,
el miedo a la cesura,
tus amigos criticando las
diferencias
y los detalles.
Tus temor era simplemente al
qué dirán,
ahora te das cuenta que
éramos felices,
que tenías un hogar,
un hombre que te amaba y lo
perdiste.
Ahora que tú quieres regresar
yo ya estoy en otro camino,
ya nada puede ser entre los
dos,
no arriesgaría mi estabilidad
emocional
por una aventura pasajera,
no expondría nuevamente el
corazón
a una nueva herida.
Soy libre de mis deseos,
soy libre en pensamiento
y mi libertad me obliga a ser
congruente
con la razón.
He perdonado todo,
te ame, no lo niego,
pero ahora ya no es lo mismo.
Cerré una etapa grandiosa de mi vida
y ya tengo a alguien
con quién compartir mi
destino,
ella es mi prioridad.
Quiero recobrar mi tiempo
y lograr mis metas.
Voy bien, estoy bien
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