Pensé que sería eterno el compromiso
de mi alma contigo,
que ni el tiempo ni la distancia
acabaría con tanto sentimiento
y que mi promesa de amor eterno
se cumpliría cual cabal profecía;
pero me equivoqué.
Pudo más la ausencia que el amor.
La distancia rompió el lazo
que ataba sentimiento y esperanza.
Ya no siento nostalgia
ni me siento triste;
ni me siento triste;
No extraño aquellas noches
plagadas de suspiros
y vanas promesas.
Mi mundo tiene otro color
tan distinto al tuyo.
Ya no te amo,
ni te deseo.
Cuando pienso en ti
ya no se cae el cielo,
no hay hormigas recorriendo el cuerpo,
ni mañanas llenas de hastío.
Vivo feliz
sin esperar que la felicidad llegue contigo,
vivo con la frente en alto
y en mi rostro la sonrisa ha florecido.
Ya no me preocupa si estás o no conmigo,
se acabó y no supe cuándo.
El amor se fue
y he vuelto a ser feliz,
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