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lunes, 8 de octubre de 2012

No tengas miedo
























Todo miedo guarda en su interior un cómplice deseo,
reconocerlo es el principio para enfrentarlo y superarlo;
nunca ignorarlo.
Tienes miedo de arriesgar tu seguridad,
tu confort,
la tranquilidad de tu espacio delimitado
con tanto empeño.
No arriesgas y sin embargo deseas
con todo tu ser que las cosas cambien,
desearías estar enamorado,
desearías tener pareja,
desearías ser un aventurero
pero estás estático,
con las manos metidas en los bolsillos,
con los hombros recogidos
tu cabeza agachada
 y de reojo envidiando al mundo.    
Tienes miedo a enamorarte porque el amor
te hace vulnerable,
tienes miedo a declararle tu amor porque
puede rechazarte,
El primer paso, reconócelo,
solo así podrás avanzar, 
romper la inercia de los días quietos
que te tienen atado al recuerdo de un fracaso
o al temor a fracasar.
Avanza, da el primer paso y siente la emoción
de estar haciendo algo por ti.
Si quieres estar enamorado,
abre las puertas de tu corazón,
deja que el miedo salga de su claustro,
verás que pronto dejará de aferrarse a ti
y huirá avergonzado;
entonces sentirás que en su lugar,
el deseo llenará tu corazón
con toda su infinita fuerza,
tendrás otra cara para enfrentar al mundo,
ya no más penas y tristezas,
no más lamentos y envidias.
Tú puedes hacerlo simplemente porque quieres,
aprenderás  que nada es gratis,
que todo cuesta,
que todo tiene un precio;
pero que también todo precio puede pagarse.
No tengas miedo a enamorarte,
mas bien,
deja que ese deseo mueva tu mundo.
Mantente despierto y acepta que la vida vine y va,
que cada día pudiera ser el inicio de esa relación que deseas,
tu primer  o  último amor.
Sigue los pasos al  día,
intérnate en la selva cotidiana de tu vida,
sé aventurero de tus propias experiencias,
aprendiz de tus propios aciertos y errores,
maestro en el manejo de tus debilidades y fortalezas.
Sublímate a tus temores,
ten presente siempre un ideal,
lucha por lo que quieres
y nunca reprimas tus deseos
porque no desear
también puede significar  la muerte espiritual,
la muerte afectiva.
Reconoce tu condición humana,
imperfecta, inacabada,
necesitas de una pareja para compartir la vida,
tu amor y felicidad.
Alguien a quién contarle  tus triunfos,
tus anhelos, esperanzas y sueños,
alguien en quién confiar tus temores,
tus dudas y yerros.
Necesitas que alguien te quiera,
necesitas querer a alguien
y juntos trascender felices
por la vida.
Ya no tengas miedo y lucha,
lucha por ser como quieres ser;
lucha por lo que quieres;
entonces tendrás la dicha
de haberte realizado plenamente,
gozarás lo que siempre has deseado,
cumplir tu más caro sueño,
libre de tus temores,
bendito de amor y felicidad.





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