Cuando se fue de casa,
tenía la ilusión de servir a la patria
como lo hizo su padre,
seguir la tradición
desde la trinchera,
ser un soldado raso,
rescatar sobrevivientes
de terremotos
y tormentas tropicales,
y tormentas tropicales,
evacuar necesitados en inundaciones,
ayudar en los desastres ecológicos,
dar la vida por la nación
si así fuera necesario.
Un féretro envuelto en el lábaro patrio
y una carta póstuma del estado,
así les dijeron que fue
en cumplimiento de su deber.
Enrolado en el ejército,
Enrolado en el ejército,
recibió órdenes de combatir el crimen,
al que envenena al pueblo
y mata sin
compasión.
Obediente cumplió la orden,
sumó marcas en la memoria
de todos los que enfrentó.
Pronto descubrió que entre ellos
había no solo hombres malvados
sino jóvenes humildes como él
y hombres empobrecidos
empujados por la necesidad
de un trabajo.
Disparó contra ellos
y ellos dispararon también.
Ha vuelto al hogar
con cicatrices en el alma
y las piernas lisiadas,
no volverá a caminar.
Su madre llora frente a un cadáver,
es su hermano menor.
Se quedó al cuidado de la familia,
cuando él hace
seis años
a la milicia ingresó.
Era apenas un adolescente
con talento para el estudio
pero la escuela dejó
por falta de sustento.
por falta de sustento.
En la calle lo persuadieron;
se dejó engañar
deslumbrado por el dinero.
deslumbrado por el dinero.
Su hermano está muerto
y la familia deshecha.
Una rabia carcome su entendimiento,
una guerra injusta, innecesaria,
ha causado tanto dolor.
Entre hermanos se están matando
no importa de qué bando son.
Nacieron de la misma madre,
crecieron en la misma tierra
orgullosos de ser mexicanos.
No solo es la necesidad de comer,
es la injusticia sostenida de un
gobierno
que no ha resuelto el problema social
y lleva ocho décadas en el poder.
El pueblo arrastra sus penas
y el hambre lo hace caer.
Ya no quiere
ni puede ser
soldado fiel de la patria;
porque han desvirtuado el deber,
del orgulloso ejército mexicano,
cuyas victorias no suman
territorios conquistados,
territorios conquistados,
ni cuentan ejércitos vencidos;
su grandeza radica
en prevenir desastres naturales
y salvar vidas.
Un hermano soldado condecorado,
un hermano delincuente abatido,
la familia deshecha
y el país en desgracia ha caído.
Un hombre ha llevado a la guerra
al ejército de paz en la tierra,
una guerra que mutila y mata,
una guerra perdida e inútil,
de intereses ajenos a la patria.
¿Qué será de ti, mexicano?
tu destino y tu orgullo
penden de la voluntad
de un gobierno que solo quiere
justificar su soberbia.
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