Sentados
frente a la laguna,
la
niña de mis ojos
me
ha pedido
la
inmensidad del mar,
con
sus caracoles,
sus
blancas perlas
y
algún tesoro pirata,
escondido
entre las olas
y el
arrecife del ancho mar.
La
niña de mis ojos
me
ha pedido la luna
para
colgar sus sueños.
Peina
sus cabellos frente al viento,
mira
fijamente el horizonte
y
sonríe traviesa;
también
quiere
de
los confines celestes,
las
estrellas y cometas
para
adornar su blondo pelo
cuando
la lleve a pasear.
La
niña de mis ojos
me
ha pedido que la lleve
por
los océanos
a
recorrer el mundo,
desea
saber si hay princesas
más
hermosas que ella,
y
tierras lejanas qué conquistar.
La
niña de mis ojos
me
ha pedido que en la noche
la
vista como reina
y brille
el neón
a su paso
cuando
apueste en la ruleta
su
temprana suerte.
se
merece todo.
A la
orilla de la laguna
yo
le cuento los colores,
le
cuento mis anhelos
mis
motivos y temores.
Le
abro mi corazón
y
dejo que fluya el amor
como
un exquisito perfume sobre
su piel,
armónica
nota en sus oídos,
y en sus divinos labios dulce miel.
La
niña de mis ojos
tiene
en sus diminutas manos
el
poder de una princesa,
toma
un carrizo tierno
y
señala el horizonte.
Tiene
sueños de grandeza,
quiere
un trono de oro,
púrpuras
almohadas
y un
cetro a su belleza.
La
niña de mis ojos
mira
melancólica
cómo
se va la tarde
entre esbeltas palmeras
y
quietas aguas transparentes.
Suspira largamente,
se
ha puesto de pie
y me
mira indiferente.
Ella
quiere algo más
que
paisajes pintados
de
fantasía,
más
que palabras tiernas
y
enamoradas promesas.
La
niña de mis ojos
me
ha pedido
que
la deje de amar,
que
le devuelva el corazón.
Tiene
ganas de volar
con
sus alas de ángel
en
busca de algún paraíso terrenal.
La
niña de mis ojos
ha
partido frente a la laguna
en
busca de la inmensidad del mar
y yo
tan solo puedo darle
de
mis tristezas
salobres
lágrimas
y un
tesoro
que
palpita por ella
donde
quiera que está.
La
niña de mis ojos
surca los siete mares;
conmigo se baña cada tarde
surca los siete mares;
conmigo se baña cada tarde
en la laguna de los siete colores,
entre
mis pupilas;
en
el agua salada
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