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sábado, 28 de julio de 2012

Mi corazón atado al tuyo


De la intrincada madeja de mi vida,
el amor fue el lazo que unió nuestros corazones;
de esa vuelta deshilé  gratos recuerdos
de aquella relación tan bella.

Desanudé viejas ideas que anclaron mis versos
al encanto de tu risa,
hilvané chiste tras chiste;
anécdotas y ocurrencias para ganarme tu atención,
para sentirme parte de tu vida
pero también desenredé intrigas,
deshice  tramas que perturbaron
la armonía de nuestro amor.

Y entre surcir y remendar detalles,
gasté toda la madeja para evitar
se hiciera pedazos este pobre corazón.

Pero ni los mejores  recuerdos,
las más brillantes ideas,
los momentos más vívidos,
devolverán la alegría a este corazón
que llora tu ausencia.

Ni los besos más dulces,
las caricias más tiernas,
las palabras más bellas,
devolverán aquella felicidad que sintió
mi corazón atado al tuyo.

Mi vida se embrolló en una red
de intrincados nudos que ahora me atan
a la soledad perpetua.

Mi vida se enredó en delgados hilos de histeria,
los nervios como agujas se incrustan,
mi corazón en un hilo a punto de romper…
mi alma pende de una esperanza muerta.



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