A veces me pregunto
por qué te quiero tanto,
y no hallo respuesta
que satisfaga plenamente
esta curiosa necedad.
Sé que no debo preguntar;
lo que siento es real
desde que nos conocimos.
Fuimos grandes
amigos,
luego novios y después
cuando así decidimos
formamos un bendito hogar.
A veces me pregunto
si esto no es un sueño,
y me da miedo despertar.
Te quiero tanto
y sé que tú también
me quieres igual.
No es que dude de tu amor
cuando a veces me pregunto.
Es que quiero escuchar
tu respuesta aquí,
cerca de mí;
porque tus palabras son mágicas
y me hacen volar.
Porque cuando escucho
que me quieres tanto
como yo te quiero a ti,
me siento el hombre más feliz,
y agradezco a Dios
que me haya puesto en tu camino.
Sé que no debo preguntar
aunque a veces me gana la emoción
y mi entereza vuelve a claudicar;
¿Por qué te quiero tanto?
Y antes que una palabra digas
ya soy inmensamente feliz.
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