En un lugar ajeno a mí
divagando en absurdos espacios
que no me pertenecen.
Más allá de una lógica congruente
acaso este último intento
se esfume en su propia debilidad.
Más aún, ajeno a mí mismo,
borro la indescifrable huella
de todos estos años
siguiendo un rastro sin destino.
No hay camino,
no estoy ahí,
no estoy aquí;
tampoco está lo que busco.
Sigo atado a un caos
que devora hasta el último resquicio
de lo que pudimos haber sido.
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