Bienvenido

martes, 24 de agosto de 2010

Eres tú

Cuando visitas los silencios
entre horas vespertinas
recostado y dormitando,
casi con el alma en un hilo a punto de romper.
Una hormiga llevando las migajas
de otros tiempos,
el vuelo de un pájaro tardío
que extravió su nido.
Cabeza hueca,
piel dormida.
Esperas un sueño
pero no te atreves a dormir.
Crees que la pupila graba
todo lo que sabes
o que la memoria nunca falla.
En las manos si las miras
no hay destino,
no hay gitana que te diga la verdad.
Dónde está la llave del enigma.
Quién te dijo que eres tú
el último en su vida.
Necio,
más allá de tus trincheras,
una bala busca tu destino.
Morderás la piedra antes que lo entiendas,
beberás ríos de sangre
pero en las venas no habrá consuelo.
No hervirá la tierra
al contacto de tu cuerpo cuando caigas.
Mírate, eres tú
cubierto de polvo y de torpeza.
Que la noche llegue
piadosa hasta a tu puerta,
no pedirá perdón
por abrir la cicatriz
y romperte hasta los huesos.
Después de todo,
este eres tú, apenas nada,
Un ser en medio del vació,
el vacío que dejó de ser.



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