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domingo, 22 de agosto de 2010

No te he pedido nada

No te he pedido nada,
y nada me has dado.
El tiempo se fue entre ese espacio de ausencia,
donde todo es igual sin ti, sin mí,
como un cuarto sin ventanas
lleno de oscuridad que es igual a no verte más.
No hay más qué hacer, no hay más qué soñar,
la vida fue y seguirá,
y luego una arruga,
y otra más.
Con el cabello blanco y la mirada cada vez cansada,
dejaré entonces de escudriñar
en el tiempo una rendija
que permee un rayito de esperanza.
Diré que mi vida se fue vacía
y en otro lugar
con las huellas de la edad
no pensarás que un día
sin pedirlo alguien te entregó su vida
y la guardaste en el adiós que te acompaña
y así, sin nada tendrás
todo lo que no te acuerdas,
lo que no pediste,
lo que dejaste,
y te irás lenta en la retina de alguien que pidió
y diste nada

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