No olvidarte es, en cierta forma,
una manera de guardar fidelidad
aun sabiendo que tu ausencia será eterna.
Tengo todos tus recuerdos
guardados celosamente en mi corazón,
son mi más preciado tesoro.
Por las noches, cuando todos duermen,
abro el cofre púrpura
y tomo un recuerdo cualquiera,
me deslizo suavemente en él
y recreo hasta el último detalle.
Lo vivo con tal intensidad
que no sé si estoy consciente
o solamente es un sueño.
Leo tus memorias una y otra vez;
he reído y llorado a diario con tus cosas,
tus palabras, actos y ocurrencias,
estás presente en mí cada segundo que vivo,
soy tuyo, y sigues siendo mía, como siempre.
Pero a veces tengo miedo
que algún día yo te olvide.
Por eso, en tu ausencia,
he anudado tus recuerdos a mis noches,
para que no se escapen
por las grietas del tiempo.
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