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sábado, 4 de septiembre de 2010

De tanto ir y volver

Escrito está

en algún lugar
el origen de lo que soy
y lo que pienso.
Aunque internamente
yo sepa la verdad de esa testarudez
no lo digo,
no quiero que se enteren de que ahí
no soy lo que soy;
que soy otra idea, otro ser.
Mi pasado me encierra en una lápida
donde no envejezco
y así soy feliz,
aislado del mundo
y su cotidiano andar.
Me hundo en el mar,
toco en mi lápida otra lápida.
Bajo el naufragio está un tesoro
que siendo mío nunca lo fue.
Sé que un día
de tanto ir y volver
no respiraré más.
No lo sé, no estoy seguro.
Yo quisiera detener el tiempo
justo antes de volver a nacer
porque un pez de agua dulce
no tiene destino
en una lágrima oceánica.

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