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sábado, 26 de enero de 2013

Soñar contigo




Dormido,
entre el  sopor
de un tórrido sueño,
fue tan intenso el calor
que desperté con la intención
de continuar mi sueño contigo.

Empapar el cuerpo con besos y caricias
hasta sentir las uñas rasgar la piel,
hacer trizas los sentidos,
provocar risas y gemidos.

Tu  magia entre mis venas
hace de mi sangre miel.
No quiero despertar,
no quiero dormir
si es que sueño contigo.

Yo no sé si es un premio
o tal ves  un castigo;
tu onírica presencia 
mitiga  penas,
tu viejo recuerdo 
motiva  poemas.

De día y de noche
siempre un sueño
me acompaña,
o quizás el sueño y tú
sean lo mismo.
No lo sé,
yo sólo quiero soñar contigo.

Y dormido
llega tu voz
para despertarme del letargo
en que he caído,
me llega tu voz
hasta el fondo del vacío
donde yace desde mucho
el corazón.

Quiero abrir los ojos,
alzar las manos para asirte
pero es imposible despertar.

Y dormido llega tu voz
como llovizna  pertinaz
y luego es  un alud
que sepulta mis sentidos.

Entonces viene a mí
otra imagen más real,
un mar de arena
azota mis ojos
y una montaña de sal
cubre mis labios,
cauteriza las heridas
que mis dientes apretados
flagelaron.

Despiértame
ya no quiero soñar contigo,
prefiero vivir la realidad
aunque duela saber
que sólo eres un sueño
cuando estás conmigo.


jueves, 10 de enero de 2013

Prometiste esperarla




Prometiste esperarla toda tu vida
porque la amas
y te conformas  con una cita
cada que puede.

Así ha sido siempre
desde que la dejaste partir
sin la promesa de volver a ti.

Ella se fue sin mirar atrás,
mucho tiempo después la buscaste,
y regresó a tu vida
pero no es libre,
su vida comprometió
sin estar segura.

¿Qué es lo que buscas con una cita
si el corazón lo que quiere es un hogar?
Ella no es tuya
y temes perderla.

Aunque haya amor,
no hay futuro,
sólo distancia
y un gran vacío cuando se va.
Disimulas tu llanto
pero no tu tristeza.

La vida se va,
tu esperanza se esfuma.
Sólo palabras,
sólo promesas.

Ella sabe que alguien la espera,
deseando una sonrisa,
una mirada,
un beso
y nada más.

Prometiste esperarla toda tu vida,
es tu princesa
y vives un cuento de nunca acabar.

Ella tiene en sus manos
la historia de tu vida,
sabe el final de tus sueños
y tú sigues ausente con tu sonrisa
de siempre
esperando un milagro
sin la certeza que llegará.

Pasan los años
sólo un retrato de ella
entre tus manos.

Miras el calendario,
las manecillas de un viejo reloj,
se fue otra vez
sin despedirse
y tú, con el vacío que sientes
estás pendiente.

La amas  y  esperas,
ella te quiere
pero miedo tiene.

Pasan los años
y no hay nada nuevo entre los dos;
entre verla de nuevo
y un definitivo adiós.