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sábado, 27 de abril de 2013

No duele el amor





No duele el amor
no duele
cuando es correspondido
por la persona que se ama.

No duele el amor
no duele
cuando se da sin reserva
y sin medida alguna.

No duele el amor
no duele
cuando se ama en libertad
y no se oculta nada.

Lo que duele es que lo sepa
la persona amada
y lo ignore
y se vaya sin despedirse
como si nada
sin un adiós,
sin una sonrisa;

sin importarle
que  uno se quede
con la boca abierta
y las manos vacías.

 Duele la indiferencia
ante el amor
y duele porque sabiendo
que ella es la amada
no responde siquiera
con un gesto de cortesía.

Y es el amor un  regalo
que se guarda sin abrirse
y  son palabras
que se pierden en el silencio,
y sentimientos que perecen
dentro del alma.

No  duele el amor,
no duele;
lo que duele es el corazón
cuando se equivoca.








Soñando contigo





¿Qué hay en mis sueños
para alcanzar el alba aún despierto?

Una canción infinita hilvanando recuerdos,
un suspiro que llega hasta el confín celeste,
pedazos de tiempo zurcidos a la almohada
con hilos de ensueño.

Amalgama de poemas hechos con retazos del alma,
sentimientos opuestos  a mitad del corazón,
vagas esperanzas saltando muros de indiferencia.

¿Qué cabe en mis sueños
sin dormir en quejumbroso silencio?

Cabe el universo
entre aurora y crepúsculo
donde anidas,  toda tú,
bañada de luz de luna,
vestida de estrellas.

De tu andar brotan  estelas de piropos
suspiros arrullados en el vaivén  de tus caderas
trémulos labios que reverberan  la dulzura de tu acento.

Sutiles deseos resbalan
hasta anidar en las comisuras de tus labios,
los ojos se pierden en el horizonte
atrapados en espirales de humo,
invisibles manos dibujan las líneas
sinuosas de tu juvenil silueta.

En mis sueños cabes toda  tú,
con tu carita infantil de pulposos labios
y ojos coquetos de adorable miel.

Pequeñita  joya  que ansían mis brazos,
eres  la mujer que anhelo,
la mujer que idealizo,
la mujer que sueño.

¿Qué más cabe en mi sueño cuando duermo?
Tus divinas curvas, tu  rostro bello.
En mi sueño siempre vives tú,
dormido o despierto.

Pensar en ti motiva  mis noches,
juego con fuego.
Estás  en mi vida contando mis horas,
mis noches de insomnio.

Agridulce  nostalgia  alcanza  el cenit
antes de volver al lecho
 con tu nombre en mis labios
y en mis sueños tú. 





domingo, 7 de abril de 2013

Ya es tiempo de pensar en mi









































Lo único que no regresa,
que no se detiene,
que solo una vez pasa.
Te lo he dado sin que te enteres,
sin que lo sepas,
sin que lo aprecies.
Ha sido así
desde que te vi por vez primera.
Ha sido una medida
cuyos límites nunca propuse
con un punto de inicio y un final,
y en él reuní  lo más importante
para agradarte: Pensamientos,
sentimientos, emociones;
palabras, escritos, atenciones.
Mi tiempo es la medida
para valorar tu presencia en mi vida.
He sido feliz solo por conocerte
pero a pesar de todo me doy cuenta
que la vida pasa sin que nada pase
y realmente en todo este tiempo
han sido más que vivencias, recuerdos.
Cree un mundo de  fantasía;
no es la realidad.
Mi tiempo se va en pensarte
cuando lejos te encuentras,
no sabes siquiera que existo
y cuando te escribo
simplemente me lees
pero nada tienes  qué decirme
porque soy un extraño en tu vida.
Ya es tiempo de mirar en otra dirección,
que mi mundo tenga otra medida.
Tu recuerdo llena mis horas
mas no las tuyas;
soy nadie en tu vida,
no tiene caso que siga
intentando ganar tu atención.
No te importo,
nada hay que te haga pensar en mi.
Nacimos fuera de ese paréntesis en que dos vidas
se encuentran y se aman
se ansían y se entregan
sin medida.
No tenemos nada en común,
la distancia y  el tiempo
entre tu y yo
nos separó desde antes de nacer,
si nos encontramos caminando por la vida
solo fue un cruce
y no tenía porqué fijarme en ti.
No me arrepiento
pero  duele tu indiferencia.
Te comprendo,
no te puedo obligar a que dediques
un tiempo para mi.
Por eso mejor me voy,
te dejo,
fue hermoso saber de ti,
que te vaya bien,
porque  ya es tiempo de pensar en mi.