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lunes, 2 de noviembre de 2015

Seamos sinceros



Seamos sinceros,
fue amor a primera vista,
el encanto de la novedad,
ilusiones  deseando volar.
Queríamos amar y que nos amen
con la misma intensidad,
tener a una persona que compartiera 
su dicha a nuestro lado;
así lo hicimos,  por amor.

Seamos sinceros,
nos ganó el deseo,
el fuego se extendió por nuestros cuerpos,
estábamos juntos,
lo demás sucedió tan de prisa
que amanecimos un día en la misma cama,
embebidos nuestros labios  de amorosos besos
y encendido de gozo el corazón.

Seamos sinceros,
nos fuimos por la primera impresión,
todo  sorpresivo como un acto de magia;
vivimos en pocos años mutuas promesas,
tiernos detalles y muestras de amor.
Construimos un mundo  propio,
transparente y a la vez  tan frágil
como un gran domo hecho de espuma
que por un tiempo nos cobijó.

Seamos sinceros,
fue la costumbre o  rutina,
se abrieron  grietas en el camino,
ya no sentimos la misma pasión.
Las noches no eran lo mismo,
cada quien en lo suyo;
se alargaron las horas,
y cesaron las muestras de amor.
Recostados de espaldas nuestras miradas
se perdieron entre penumbras
mientras fingimos un sueño que nunca llegó.

Seamos sinceros,
separarnos fue lo mejor
¿Por qué vivir del engaño?
La experiencia fue hermosa,
pero al fin terminó.
No podemos negarlo,
la vida sigue y renace el amor.
Fuiste la primera en mi vida
mas  ahora  otra a mi lado camina,
voy de la  mano de alguien que alegra
todos los días mi corazón.

Seamos sinceros,
el amor es así, llega y a veces se queda;
llega y a veces se va,
aunque el primero nunca se olvida
ninguno es mejor,
cada uno en su tiempo
dio luz y alegría a la vida.
De nuestra experiencia aprendimos
que para preservar el amor
es necesario siempre cuidarlo
con delicadeza, paciencia  y fervor;
no es tarea de uno
sino responsabilidad compartida entre dos.




viernes, 23 de octubre de 2015

El último peldaño




























Lleva el alba una escalera de sueños, 
mundos paralelos de nuestras sombras 
abrazados a cada extremo. 

¿Quién dijo que soñar es vivir 

lo que nunca imaginamos? 
Agradecer o maldecir, 
quizás un guiño de ojo 
a cambio de espadas en medio del pecho. 

Corta la respiración afilada pena, 

las ganas de vivir sin haber nacido; 
desgarra la piel para encontrar tu alma. 

La sed escurre por los labios rotos, 

tu sangre clama 
como lo haría con una copa de olvido. 

¿Importa el orden? 
Escalera horizontal, 
soñar despierto contigo; 
dormido soñar en ti. 

Despiérteme tu voz, 

sáqueme de este estado de inconciencia 
donde gravitan los deseos, 
de este caos que mi inconsciente 
no alcanza comprender. 


No quiero amanecer al borde del abismo, 
pisar el último peldaño 
sólo para encontrar la cima sin Dios, 
sin ángeles, ni tu presencia.





jueves, 22 de octubre de 2015

Promesas



Prometí amarla,
sólo a ella para siempre,
aun cuando sabía
éramos tan diferentes.

El intento fue en vano,
mi promesa no se hizo realidad.

Un principio  de ilusiones
que el destino hizo madeja;
acabé entre los extremos
de quererla y odiarla
con la misma intensidad.

Es su manera de ser
y mi forma de amar
que no corresponden.

Arriesgamos la vida
en el empeño;
lo único que comprobamos
es que no cumplimos
nuestras promesas,
seguimos juntos
a pesar de tantos daños.















De aquellos amores



De aquellos amores,
de esos que se fueron
sin razón alguna,
sin causa ni motivo,
sólo así, un día por capricho,
qué sé yo, volaron del nido.

De aquellos amores hablo,
los que nunca duermen,
los que arrojan leña al fuego del olvido;
esos que deshojan margaritas secas,
que recortan viejas historias
y luego zurcen con agujas de hastío.

De esos amores hablo,
los que matan aun no estando vivo.
Amores callados,
prohibidos,
con las alas rotas,
que dan tumbos por senderos conocidos. 

Para estos amores
no hay como un buen vino,
una canción añeja,
un ramo de rosas marchito.

No sé, acaso es su destino
guardar una mentira
en el baúl de los recuerdos,
sacudir el polvo del camino
y proseguir reverberando idilios.

¿Por qué aman así?,
tal vez es costumbre,
o su forma de ser,
quizás piensen
que así son felices.


De esos amores hablo,
esos que nacen pero no mueren,
aquellos que jamás se olvidan;
los que nunca dejan de ser,
los que se llevan toda la vida.





Cuando ya no te quiera




























Cuando ya no te quiera
acabará mi sufrimiento
y empezará el tuyo.

Lo sentirás hasta lo más profundo del alma
pero no podrás reclamarme
ni pedirme nada
porque estaremos lejos
y ese  abismo se tragará tu orgullo.

La indiferencia
te dolerá tanto como a mí,
consumirá tus  noches
recordando mis querellas
con tu pose de diva,
y los ojos en las estrellas.

No, no pasará desapercibida
mi indiferencia,
cuando ya no te quiera
sabrás que perdiste
un sentimiento puro,
mirarás tus días a lado
de un hombre frío
y desearás mi amor en la distancia
ahora que no es tuyo.