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viernes, 29 de junio de 2012

No te confundas por lo que tus ojos ven



Si no estás tú
están las campanas ahuyentando sueños,
repican sobre la almohada pedazos de noche,
migajas que arrojas
desde tu frágil pedestal de indiferencia.
¿A quién le importas crisálida y nocturna?
El sol revienta multicolor en la naturaleza viva,
un arcoíris desciende del  celeste  azul
para verter sobre la tierra su tesoro,
el mar refleja la inmensidad del cielo
y se contagia con su divina luz.
Un concierto de trinos anuncia el nuevo día,
la algarabía en el corazón infante llena de amor
y bendice hasta el último rincón del alma mía.
¿Por qué guardas para las tinieblas tu hermosura?
¿Qué pretendes escondida acicalando tus  bellas alas?
Las azucenas se elevan y bailan  sensual danza
mientras perfuman el corazón de la mañana;
violetas y jazmines,  margaritas y delicadas rosas
hacen festín multicolor en los confines.
¿A quién le importas capullo?
¿Quién te espera desde antes que  fueras esperanza?
Si no estás tú,
está la vida llenado el universo.

¡Abre ya tu improvisado nido,
deslumbra mi faz con el enigma de tu vuelo!


Y en el interior de la presunta crisálida,
la vanidad germina atrevimiento,
rendida a  la miel que empalaga sus oídos,
se agita  y pretende desplegar sus alas;
pero antes de consumar fatal desvío,
una voz interior  la sobrepone  a la fascinación
del  falaz y mezquino  verbo.

No, yo no soy la que pretendes arrebatar a  su destino.
Ciertamente tengo el mismo origen,
mi naturaleza me lleva a besar las flores
pero en mis alas no hay suspiro tornasol,
ni colorido vestido.
Quizás me confundes con otras matutinas
que en tu mundo,
tienen el divino don de las beldades,
y salen a plena luz del día
para dicha de quienes como tú
se rinden al capricho de las formas y colores.

Mi belleza entera pertenece a la noche
otra luz hace que mis alas brillen
y quien me mira cuando tú ya duermes,
también me ha dicho sin censura
que soy hermosa en mis discretos tonos grises.
La luna es mi sol y mi camino,
y lo que llamas oscuridad
es  mi mundo pintado de estrellas,
mi jardín de fiesta con sus flores ultravioleta,
cascadas de fluidos infrarrojos
y ríos de neón y fluorescencia.

No soy mariposa de exquisita belleza,
ni presa para el hambre del camaleón.
Quizás tu día se alargó hasta la albura
y si me viste quieta y callada, no por eso tímida.
Cada quien tiene una forma de vivir la vida,
ocupamos el mismo espacio pero no el mismo tiempo.
Los sentidos se acostumbran,
y la belleza es subjetiva.

Anda, ve, descansa,
no preguntes lo que sabes,
no te confundas en la penumbra
que divide el día de la noche.
No te equivoques más
y menos pretendas engañar si del engaño vives.

Y aquel se fue,
diluyéndose en el día
con su esperanza a cuestas, 
pintando con palabras el lienzo de su vida;
noctámbulo, taciturno,
dueño de la nada,
atrapado en los colores,
dibujando las mismas formas sin comprenderlas,
borrándolas una y otra vez.





jueves, 28 de junio de 2012

Por si te vuelvo a ver


Desde que te conocí
tu imagen ha permeado mi vida,
me sedujo tu palabra sensual,
tus finos modales importados,
la eterna sonrisa que alivia
mis cansados hombros cuando llego a casa.
 Acaparas mi atención absoluta, totalmente;
cada día tienes algo nuevo para distraerme,
contigo me olvido del mundo real y sus problemas,
me encanta meterme a la cama
admirando sin censura tus encantos,
sabes programar mi mente
para disfrutar contigo los placeres de la carne.
Atrapado en tus encantos
 digo sí a todo lo que ofreces;
detalles, regalos, consumismo;
banalidades que no hacen falta para agradarme la vida
y sin embargo lo hacen.
Miro el  mundo a tu antojo,
haces que me olvide de mis penas,
mis carencias y deudas que acumulo
con el afán de complacerte.
Vivo absorto en la fascinación de las estrellas;
Antes tenías otros intereses,
te veía más fresca,
eras modesta, sencilla,
llenabas mis expectativas
sin desplantes altaneros
y tu voz  tenía mucho de verdad.
Poco a poco,
respondiendo a tus propios intereses
fuiste seleccionando tus palabras,
tus imágenes para enajenarme.
Ahora te ufanas, sofisticada,
cosmopolita, tecnificada.
Pero hoy amanecí con los ojos abiertos,
no dormí cavilando este futuro incierto
y una decisión ya tengo para no seguir
tus manipuladores encantos.
Ya no más tus dramas
me harán llorar,
no más comedias ni parodias de la vida,
tengo ganas de vivir la realidad
tomar mis propias decisiones
mirar el mundo sin el cristal
que has antepuesto en mis pupilas.
Ya no quiero volverte a ver,
me alejaré de ti,
alejaré el control que ejerces en mi vida,
y aunque desee otra vez mirar
tus íntimos encantos, te digo adiós
querida TV, por si ya nunca te vuelvo a ver.



martes, 26 de junio de 2012

El amor que siento por ti


Si no es el mar
que cubre mis ojos con salitre manto
de tantos divinos tiempos junto a tu lado;
si no es el sol
que sonroja mi rostro cuando al cielo miro
preguntando por ti;
si no es el invierno
que trae un frío intenso a mi corazón dormido
porque no te hallo;
entonces, eres tú,
tu recuerdo;
o lágrimas por tu recuerdo.
Quizás estados de ánimo que se encienden
y se enfrían parlando contigo;
quizás es todo eso o más, porque, 
si no eres tú, entonces;
¿ qué es lo que alegra mi corazón cada mañana
en que despierto soñando contigo?
Si no eres tú, entonces;
¿qué es lo que me hace sentir feliz
cada que evoco tus besos sobre mi piel?
Si no eres tú, entonces;
¿qué es este sentimiento que me acompaña siempre
cuando  estás presente o te encuentras lejos de mí?
Si no eres tú, entonces;
¡es el amor!
Es el amor que cubre mi espacio con tu presencia,
es el amor que llena mi pecho de dulce dicha
cuando juntos tú y yo formamos la pareja ideal
y  juramos amarnos siempre,
nos vaya bien, nos vaya mal.
Eres entonces un panal de miel endulzando mis labios,
son tus recuerdos besando mi boca
como ayer,
como hoy,
como siempre que nos despedimos
con un ¡Hasta mañana, amor!
Porque, si no es el mar,
si no es el sol,
si no es el invierno;
si no eres tú, entonces;
¡es el amor que siento por ti!


viernes, 15 de junio de 2012

Nunca estarás sola


Nunca,
mientras yo exista,
estarás sola,
mientras tu esencia en mis recuerdos 
mantenga  viva
la  alegre sonrisa que adorna
tus labios mudos.
Siempre estaré a tu lado como un poema
que no termina,
como el susurro del tiempo
jugando en tus oídos
cada que  invoco tu nombre
cuando estás dormida.
Aunque ya no estés conmigo,
nunca,
mientras yo exista
estarás sola.
Y no hablo de soledad física,
de soledad de una tarde cualquiera.
Hablo de ausencia definitiva,
de un adiós eterno;
porque mientras yo viva,
así me encuentre distante
muy lejos de ti,
tú nunca más estarás sola.
Te seguirá mi alma
para darte consuelo
en tus noches aciagas,
Seguirá mi fiel amor regalándote besos,
Escribiéndote versos
y exaltando tu nombre
hasta el último de mis días,
porque al fin,
esta fue la promesa:
Nunca, 
mientras yo viva,
estarás sola,
te acompañará por siempre
mi eterno amor.



miércoles, 13 de junio de 2012

Ya nada siento por ti


Te lloré toda la vida con mi ojo izquierdo,
hice de lágrimas  mi universo
y con la  pupila derecha traté de verte
venir a mí  desde el confín celeste,
abriéndote paso entre lacrimosa tempestad.
Me he desgarrado el pecho
gritando tu nombre a los cuatro vientos
y ninguno de ellos te ha devuelto.
El filo del silencio cortó mis venas
una y otra vez pero no he muerto;
fluyes  sobre mi piel como beso ardiente
y entre tanto ardor
volvemos a fundirnos en un solo cuerpo.
No fue  suicidio si tu mano
empujó el recuerdo de una caricia
hasta partirme el corazón;
no era tu intención pero algo murió aquella tarde
que dijimos adiós.
Aspiro profundo y vuelvo desde mis raíces
a reventar los tímpanos con tu bendito  nombre.
Ato una soga al cuello
y en tus manos el otro extremo,
fiel a tus pasos como antaño
pero ahora eres viento sin dirección
espuma entre arena y  mar;
tempestad en medio de la desolación.
Un  desgastado anhelo escribió sobre la piel
mil veces te amo
 y  esperanzada el alma levitó
para  mirar si estabas aún tatuada en mi mente.
Es inútil, lo siento,
hace mucho que murió el amor.
Ahora, cuando te pienso,
no hay terremotos visuales,
ni océanos desbordados,
ni flores rojas,
ni deseos ardientes.
No hay dónde lavar más penas
porque lágrimas ni penas existen.
En mi puño cupo toda tu ausencia
y la apreté con fuerza
en un intento vano por revivirte.
Es inútil. Lo siento,
trato de sentir algo por ti
pero no queda siquiera un intento.
Sé que un día te conocí,
sé que un día te amé,
sé que un día fuiste lo más importante para mí;
mas  el presente
cortó de tajo todo recuerdo.
Y me empeño en decir  
es inútil, lo siento, lo siento,
aunque no es verdad;
ya nada siento por ti.