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domingo, 5 de septiembre de 2010

Cuando despiertes

Sueñas que sueño,
por eso no sabes que estoy aquí,
atrapado en la intimidad de una lágrima,
buscándote en cada golpe de ausencia.

Noche, dame doce dunas de arena
para devolver al mar
toda la sal que anida en mi alma.

A la sombra de tu espejo
deseo reflejarme pero el sol no me toca.
Amanece.
Junto mis pasos para huir
de tu boca que no habla.

Mi rostro se perderá
en el infinito azul de incertidumbre.
El adiós.
Playa desierta de palabras.
La arena muerde mis ojos,
erosiona tu imagen.

Cuando despiertes,
sólo estarán mis huellas.

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