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jueves, 2 de septiembre de 2010

Mi novia

La quiero tanto, tanto,
que al nombrarla,
de mis labios fluye un néctar
que me endulza el alma,
el corazón me inquieta
y prende fuego aquí en mi piel.

Es mi novia un encanto de mujer,
cuando ríe,
cuando habla,
yo la escucho cual si fuera el canto
de una ninfa,
o de un ángel,
y es hermosa,
muy hermosa;
cual aurora
cual estrella;
o una rosa,
o un tranquilo amanecer.

La quiero tanto, tanto,
cuando viene y me mira,
cuando entre mis brazos
se refugia y suspira,
cuando toca con sus manos
mis cabellos
y acaricia con su aliento
mis oidos.
Yo la quiero, yo la quiero,
es mi novia, mi mujer.

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